¿La música mejora los entrenamientos de ciclismo interior?
Andar en bicicleta siguiendo un ritmo puede hacer que los ciclistas estén más motivados, ayudarlos a mantener una velocidad constante, desarrollar resistencia y levantarles el ánimo.
Andar en bicicleta en interiores con música es genial, pero cuando se monta al aire libre, especialmente en el tráfico, escuchar música puede ser riesgoso porque puede desviar tu atención de lo que sucede a tu alrededor.

Estudios han demostrado que la música puede facilitar el ciclismo y ayudar a los ciclistas a esforzarse más y a mantenerse concentrados. En el ciclismo, hay menos factores a considerar, lo que facilita a los investigadores comprender cómo la música afecta el rendimiento. Sin embargo, la música tiene sus límites, por lo que es importante saber qué puede y qué no puede hacer.
¿Qué beneficios obtienen los ciclistas?
El ciclismo indoor a veces puede resultar aburrido. ¿Pero la música? Lo cambia todo. Para muchos ciclistas, la música no solo lo hace divertido, sino que también les ayuda a rendir mejor. Aquí te explicamos cómo:
Ritmos como guías rítmicas: Un ritmo constante funciona como un metrónomo, ayudándote a mantener el ritmo. Los instructores de spinning suelen adaptar la velocidad de la música al entrenamiento (ritmos más rápidos para los sprints y más lentos para las subidas) para que puedas seguir la música fácilmente.
Más fácil de manejar: los estudios muestran que escuchar música puede hacer que las actividades difíciles parezcan un 10% más fáciles, reduciendo el esfuerzo que creemos que estamos realizando.
Escuchar buena música puede mejorar tu estado de ánimo y aumentar tu motivación. Si asocias una canción con sentimientos positivos, puede ayudarte a concentrarte mejor. Para los ciclistas, parte de la emoción de montar en bicicleta reside en poder disfrutar de sus canciones favoritas.
Mejor coordinación y eficiencia: Pedalear a un ritmo constante puede ayudar a mejorar el movimiento y aumentar el rendimiento. Algunos estudios han demostrado que los ciclistas consumen un 7 % menos de oxígeno cuando pedalean al ritmo de la música.
¿Qué dice la investigación?
Mejoras en el rendimiento (y contrarreloj)
Un estudio de contrarreloj de 10 km reveló que los ciclistas completaron la prueba entre 10 y 34 segundos más rápido al escuchar música trance (aproximadamente 142 ppm), especialmente en los primeros kilómetros. Curiosamente, los ciclistas sintieron un mayor esfuerzo, lo que significa que se esforzaron más, pero se sintieron más motivados.
Sin embargo, otros estudios han mostrado resultados diferentes. Un estudio con ciclistas experimentados no encontró diferencias notables en el tiempo de finalización, la potencia, la frecuencia cardíaca ni la intensidad del esfuerzo al comparar las pruebas con música con las de aquellas sin ella. Aun así, los participantes afirmaron disfrutar más de las pruebas con música.

Un estudio de 2010 explica por qué existen resultados dispares sobre la música y el ejercicio. Descubrió que la música puede ayudar a mejorar el rendimiento deportivo, reduciendo el cansancio y permitiendo un mayor esfuerzo. Cuando se practica ciclismo en interiores a un nivel bajo o moderado, la música puede hacer que se sienta un 10 % menos de esfuerzo. Si la música es la adecuada, esa sensación de menor esfuerzo puede aumentar hasta aproximadamente un 12 %. Con niveles moderados de ejercicio, la música también puede hacer que las personas se sientan más felices y les ayuda a centrarse menos en cómo se sienten sus cuerpos. Esto significa que los entrenamientos pueden resultar más cómodos.
Además, adaptar el tempo de la música a tu velocidad de pedaleo a una intensidad moderada puede reducir el consumo de oxígeno en un 6 %, lo que aumenta la eficiencia de tu esfuerzo. A alta intensidad, sincronizar el tempo puede aumentar tu resistencia en un 5 %.
La música puede aumentar tu energía, pero no necesariamente facilita las sesiones de entrenamiento a intervalos de alta intensidad. Sin embargo, usar música de ritmo rápido durante entrenamientos intensos y de ritmo medio durante los descansos puede aumentar tu motivación, incluso si tu frecuencia cardíaca o rendimiento no mejoran. Esto demuestra que la música es realmente útil para mantener la concentración y la motivación durante los ejercicios de resistencia.
Rendimiento y disfrute a intervalos
Un estudio sobre ciclismo de velocidad (realizar 4 series de 30 segundos de esfuerzo máximo) descubrió que escuchar música ayudaba a aumentar tanto la potencia máxima como la media y hacía que la experiencia fuera más agradable, aunque no cambiaba el esfuerzo percibido ni los niveles de motivación.
Aunque la música no siempre facilita los entrenamientos intensos, aumenta la motivación y ayuda a los atletas a mantenerse concentrados. Esto les permite superar intervalos difíciles incluso si aún se sienten físicamente exigentes.
Beneficios psicológicos
Estudios realizados en clases de fitness descubrieron que reproducir música y atenuar las luces hacía que las personas disfrutaran más del entrenamiento y se sintieran menos cansadas, aunque su frecuencia cardíaca y las calorías quemadas permanecieran iguales.
A una intensidad moderada, la música facilita el ejercicio y puede ayudarte a rendir mejor. Sin embargo, a una intensidad alta, el beneficio de la distracción musical no es tan notable. Aun así, la música puede aumentar tu motivación, ayudarte a concentrarte y mejorar tu estado de ánimo, lo cual es importante para completar entrenamientos exigentes.

Para aprovechar al máximo estos beneficios, combine su lista de reproducción con una Monitor de frecuencia cardíaca Coospo Puede ayudarte a mantenerte en la zona de entrenamiento adecuada para que disfrutes de la música. y Mantenga su esfuerzo en el buen camino.
Cómo aprovechar los beneficios
Elige el tempo adecuado
Busque música con un ritmo de 120 a 140 pulsaciones por minuto para entrenamientos moderados a intensos; las canciones más lentas son excelentes para calentar o enfriar.
Piensa en las listas de reproducción de ritmo progresivo como música que empieza despacio y se acelera gradualmente, adaptándose a la intensidad creciente del entrenamiento. Por ejemplo, las listas de reproducción de Pamela Reif suelen empezar con canciones de ritmo medio para calentar, y luego pasan a pistas energéticas que se adaptan perfectamente a sus ejercicios más exigentes.
Adapte la música a las fases del entrenamiento
Deja que el ritmo marque tu cadencia: canciones fáciles para un ritmo constante, ritmos explosivos para sprints, pistas reflexivas para enfriamientos.
Elige las pistas motivacionales que te encantan
La conexión emocional importa. Una canción relacionada con buenos recuerdos o victorias puede hacer que los esfuerzos más duros se sientan más ligeros.
Personalice y haga seguimiento de lo que funciona
Como recomienda Karageorghis, lleve un registro: ¿qué géneros o ritmos mejoran su estado de ánimo, aumentan las RPM o le ayudan a mantener el esfuerzo?
Refréscate con música relajante
Después de los entrenamientos, las pistas relajantes ayudan a reducir el cortisol y ayudan a la recuperación.
Tenga cuidado con el volumen
La música alta en los estudios puede superar los 100 dB, lo que puede ser perjudicial para la audición. Mantenga los niveles a un nivel seguro para evitar daños a largo plazo.
¿Cuales son las limitaciones?
Una vez que se supera aproximadamente el 75 % de la capacidad aeróbica, la música pierde eficacia. Por encima de esta intensidad, nuestra atención se desvía de las señales externas, como la música, el paisaje o el entorno, y se centra en los síntomas internos relacionados con la fatiga. A estos niveles de intensidad más altos, el cuerpo trabaja tan duro que los mensajes de los músculos al cerebro, que indican fatiga, no pueden ser bloqueados por estímulos externos como la música. Por el contrario, para el ejercicio de menor intensidad, la música puede ser extremadamente eficaz para aumentar la motivación, reducir el esfuerzo percibido y mejorar el estado de ánimo.
El resultado final
La música no es sólo un fondo: es una herramienta poderosa en el equipo del ciclista de interior.Cuando se adapta bien a tu entrenamiento y a tu estado emocional, la música puede:
Menor esfuerzo percibido y enmascarar el malestar a intensidad moderada
Aumenta el disfrute y la motivación
Ayuda a regular la cadencia y mejorar la eficiencia.
Le permite esforzarse más en intervalos y esfuerzos prolongados.
Haga que las sesiones se sientan más rápidas y atractivas
Ayuda a la recuperación cuando se usa después del entrenamiento.
Dicho esto, su impacto puede atenuarse a intensidades muy altas, y no es una solución universal: la selección y la estrategia son importantes. Escucha con cuidado, selecciona con atención y deja que el ritmo te guíe.
Para una experiencia de entrenamiento en interiores aún mejor, el Ciclocomputador Coospo CS500 ofrece un modo de ciclismo indoor dedicado, que te ayuda a realizar un seguimiento y optimizar tus sesiones con precisión.